Producido el golpe de Estado en 1930 al gobierno constitucional de Hipólito Yrigoyen se inicia la persecución a los
partidarios de la U.C.R e intensifica la actividad represiva hacia toda forma de resistencia
a la Dictadura. Tras el Gral. Félix Uriburu se sucede el gobierno del Gral. Agustín Justo y de Julio Roca (h) originado de
elecciones fraudulentas bajo el apoyo de los conservadores, los socialistas independientes y el radicalismo antipersonalista
(la Concordancia) y el auspicio de los intereses británicos.
Se inicia la conocida “Década Infame”, donde se producirá el retorno de los personeros del conservadurismo
apegado a la dominación extranjera – al punto que el Director de ferrocarriles ingleses en nuestro país Sir William
Leguizamón declara que “la Argentina es una de las joyas más preciadas de la
corona de su Graciosa Majestad”. Esto es reafirmado con la firma del pacto Roca – Runciman y la declaración
de éste último, quien señala que La Argentina, por su interdependencia recíproca es,
desde el punto de vista económico, una parte integrante del Imperio Británico”.
A
la dependencia económica del exterior se suma las medidas económicas del Dr. Federico Pinedo, las concesiones británicas de
los servicios públicos – como la prorroga a la concesión de la CHADE - la creación del Banco Central bajo control británico,
los casos sonados de corrupción – que desembocan en las denuncias de Senador Lisandro De La Torre y en el asesinato
de Enzo
Bordabehere -, las irregularidades en los comicios (fraude patriótico) y el clima opresivo a nivel político y social impuesto
por el Régimen.
A este clima de oscuridad
se suma la muerte de Hipólito Yrigoyen dejando al radicalismo en poder de Alvear y su acción conciliadora. Pese a ello un
grupo de radicales en 1933 se unen al Cnel. Pomar y los hermanos Bosch en la llamada Revolución de Paso de Los Libres –
a la que se unen Jauretche y Scalabrini Ortiz – que es sofocada por el gobierno. También los suicidios de Leopoldo Lugones
y Lisandro de la Torre marcan el deterioro y la impotencia para pelear contra el sistema impuesto.
Es por ello que un grupo
de jóvenes militantes radicales yrigoyenistas impulsan, el 29 de junio de 1935, la creación de la Fuerza de Orientación Radical
de la Joven Argentina (F.O.R.J.A) – en base a una frase de Hipólito Yrigoyen: “todo taller de forja, es un mundo
que se derrumba” – primero planteada como línea interna del radicalismo,
luego escindida de la U.C.R.
Su acción constante y metódica
para divulgar el ideario nacionalista contra “los que dominan de afuera y los que colaboran de adentro” es planteada
por Arturo Jauretche al referir que: “En 1935, nosotros vimos lo que iba a ocurrir y nos propusimos crear un cauce,
un substitutivo; mejor todavía, la continuidad histórica de radicalismo, y para eso creamos F.O.R.J.A”.
En 1938
asume la Presidencia de la Nación el Dr. Roberto Ortiz continuando la anomalía institucional. Luego lo sucedería su Vicepresidente,
el Dr. Ramón Castillo,
Tras declararse
la II Guerra Mundial se produciría, al tiempo, una división en FORJA producto de la posición neutralista sostenida por la
mayoría que no es compartida por Luis Dellepiane y Gabriel del Mazo, entre otros.
Castillo,
llegando al fin del mandato, plantea como sucesor a Robustiano Patrón Costa.
Este
accionar desencadena la Revolución de 1943, apoyada por los forjistas, que busca terminar con la corrupción generalizada.
De aquel movimiento emergerá la figura del Cnel. Juan Perón como impulsor de leyes laborales y provisionales a favor del Pueblo,
cuya obra será apoyada por el forjismo.
Tras
la detención de Perón por parte del gobierno militar son los trabajadores quienes acuden a su ayuda, produciendo el 17 de
octubre de 1945. Ante ese hecho popular F.O.R.J.A adhiere al naciente movimiento de masas y decide dar libertad a sus integrantes
para fusionarse en él.
Lic.
Pablo Vázquez